martes, octubre 11, 2005

Arqueología de la colombianidad

Ya en 1807 había voces sensatas. Escribe Manuel del Socorro Rodríguez:
"La virtud, la sabiduria, la belleza, la cortesania, la generosidad, la magnificencia, la adundancia, la honrosidad, el valor, el orden, el buen gusto, y todo quanto hay apreciable debaxo del sol, quiere cada pueblo sostener que ninguno otro le iguala en semejantes prendas. Cada uno de por si se jácta y vanagloria de que en medio de toda la tierra goza exclusivamente la preferencia soberania sobre los demas. He aqui un delirio ridiculisimo de que no pueden menos que avergonzarse la filosfia y la razon. Y tanto mas, quanto que la experiencia nos hace ver cada dia esta verdad funesta: Por lo comun todo ese ardór del patriotismo politico se queda en mera hazañeria. No hay cosa mas frequüente que ver á los que hacen mayor alàrde de esos ilsutres timbres de la patria, siendo ellos los viles instrumentos de que perezcan en lastimoso eclipse. En una palabra: ellos hacen el mismo papél de aquellos hijos vagabundos relaxados que vemos por todas partes andar publicando los meritos y blasones de sus padres para lograr de este modo hacer menos odiósa su infamia y bastardia. Pero les sucede todo lo contrario, y aun merecian ser tratados con mas rigor.

1 Comments:

Blogger Lanark said...

Me recuerda un comentario que alguna vez le valió a Voltaire una tremenda paliza. El comentario era "Más vale ennoblecer un apellido humilde, que arrastrar uno ilustre por el fango"

10:59 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home