lunes, septiembre 19, 2005

Animales políticamente correctos

Dicen los posmodernos que para cambiar la realidad es necesario cambiar primero el lenguaje. Es por esto que en los últimos años muchos de los términos que se utilizaban para referirse a quienes suelen ser marginados han ido variando muy sutilmente. Estoy de acuerdo con que hay que hacer algo para cambiar esos mecanismos de exclusión. Sin embargo soy escéptico, muy escéptico respecto a que lo primero que hay que cambiar sea el lenguaje. Creo que las nuevas categorías y los nuevos conceptos siguen reproduciendo ese juego tan propio del capitalismo de excluir en el subtexto mientras se incluye en el texto.
Creo que en Colombia de nada ha servido cambiar el discurso. Acá somos tan cafres que no hay giro lingüistico que valga. De unos años para acá se volvió recontrapolíticamente correcto hablar mal de la corrupción, pero pocos entienden realmente que es eso y siguen creyendo que todas sus prácticas estan "todo bien". Después nos dio por echarnos pajazos hablando mal de la politiquería, sin saber muy bien que era eso. Muy recientemente también se legitimó como politicamente correcto el tema de no referirse a las minorías como tradicionalmente se han llamado. Todo el mundo entonces dejó de utilizar términos como "negro, indio o marica" . Muy bien, pero vaya uno a ver que cara pondrían estos mismos paladines de la politicamentecorrectidad si su hija les sale con que esta esperando un hijo de un afrocolombiano, de un indígena o, peor aun, de un homosexual. Creo, sin temor a equivocarme, que retomarían su antiguo léxico. El tema de los paracos es otro de antología. De un día para otro pasaron de ser "unos verracos a los que no les dio miedo hacer lo que el ejército no puede por miedo a la procuraduría" a ser unos bárbaros apenas comparables con las FARC.
No me gustan los paras, no creo que uno sea la gran cosa como para creerse diferente a nadie y trato de hacer el dificil ejercicio de ponerme en el lugar del otro. No sobra aclarar esto. Tampoco está por demás decir que guardo un notable afecto por quienes dicen las cosas tal y como su conciencia las conoce aun a riesgo de ser objeto de miradas hostiles. Los aprecio por sinceros. Por la misma razón que detesto los editoriales de vanguardia y políticamente correctos de El Tiempo cuando bien se sabe que la familia Santos nunca se mezclaran con afrocolombianos o indígenas del "bajo pueblo" (el tema de la homosexualidad en ese caso particular ya tiene sus matices).
Me motivó escribir ver como quien era la politiquería hecha persona después de su muerte es un "auténtico animal político" de la mano también con esa pendejada según la cual no hay muerto malo. ¡Ay no me jodan, coman mierda!

2 Comments:

Blogger Pirata Subterraneo said...

Entonces aquí todo es eufemismo y respeto y cualquier intento de crítica es visto como un atrevimiento. Por eso mataron a Jaime Garzon, porque el hombre les daba donde les dolía y con tremendo humor.

1:38 a. m.  
Blogger Sentido Común said...

La humanidad podría dividise entre los que dicen lo que piensan y los que piensan lo que dicen...pero no lo hacen. Bueno, es la idea!

10:08 a. m.  

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