Sobre abuelas y niños

Cada vez se institucionaliza más el dichoso cliché de "la abuela". Que la sazón de la abuela, que los secretos de la abuela, que el sabor de la abuela, que los postres de la abuela, que los vestidos de la abuela, que los tejidos de la abuela, etc. etc. Yo no se. De verdad no se, pero yo no creo que todas las abuelas obedezcan al estereotipo de abuela de piolín ; sabia, simpaticona, tierna y tibia o al de la biscabuela de la chilindrina: simpática, desfachatada y algo desequilibrada. No, yo creo que hay abuelas rabonas que le pegan a sus hijos y nietos. Creo que hay abuelas criminales que se aprovechan de su condición para delinquir. De hecho, me desesperan los ancianos no muy ancianos que se aprovechan de su condición para colarse abusivamente en la fila del banco. Es la misma joda de los niños. Que "la inocencia, la ternura, la transparencia de un niño", "volvamos a ser todos como niños, tengamos corazón de niño para que vuelva la paz a Colombia" ¡No!, ¡no! y ¡no! ¿Acaso los que dicen eso no han visto un recreo en un jardín infantil? Los niños son sádicos, violentos, no conocen la compasión, destrozan sin piedad palomas y compañeros, entre otras virtudes. Si en serio le hacemos caso a esos imbéciles y decidimos voler todos a nuestra infancia este reino del latrocinio serìa escenario de vejamenes hasta hoy inéditos.